Los números decimales pueden tener muchísimas cifras decimales, incluso infinitas; pero la mayoría de las veces solo necesitaremos algunas.
Por ejemplo, para medir los tiempos en fórmula 1 se tienen en cuenta hasta las milésimas, pero para ver si tenemos fiebre, nos interesa medir nuestra temperatura con alguna décima, y distinguir si es 36,5º C o 36,8º C, no nos interesen las centésimas ni las milésimas.
Hay 3 formas de aproximar un número decimal: aproximación por defecto o truncamiento, aproximación por exceso y redondeo.
- Aproximación por defecto o truncamiento: siempre quitamos los decimales que sobran.
Por ejemplo, para truncar los números 6,78 ; 6,74 ; 6,75 a las décimas, siempre nos quedaremos con 6,7.
- Aproximación por exceso: siempre completamos "hacia arriba".
Por ejemplo, al aproximar por exceso los números 6,78 ; 6,74 ; 6,75 a las décimas, siempre nos quedaremos con 6,8.
- Redondeo: si queremos redondear 6,78 ; 6,74 ; 6,75 a las décimas. Podríamos quedarnos con 6,7 o 6,8. Habría que ver cuál está más cerca en cada caso.
Nos fijamos en la siguiente cifra (en este caso las centésimas), y si es mayor o igual que 5, tomamos el número que está por encima, y si es menor, el que está por debajo.
6,78 ⇒ 6,8 porque la cifra de las centésimas es 8 > 5.
6,74 ⇒ 6,7 porque la cifra de las centésimas es 4 < 5.
6,75 ⇒ 6,8 porque la cifra de las centésimas es 5.
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